¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto simpatía y tanta cielo como Tú consagras a tu imperecedero Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi asesinato. Esta Humor te la pido igualmente para los pobres https://webcastlist.com/story18440188/consideraciones-a-saber-sobre-oraciones