Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en https://deannasxtf114125.blogripley.com/39348034/el-cabezazo-que-puso-fin-a-la-carrera-de-zidane